Los primeros registros atribuidos a usos mágicos son del periodo entre la Edad de Hierro romana hasta la Edad de hierro germánica. C onsisten en inscripciones que no tienen un significado linguistico y apariciones de la palabra « alu (ᚨᛚᚢ)» . En las fuentes medievales también encontramos varias menciones a los usos mágicos de las runas , principalmente en el Edda poética . Por ejemplo, en el Sigrdrífumál se explica cómo se graba en una espada con las palabras «runas victoriosas» o se inscribe la runa tyr dos veces a modo de hechizos. Por otra parte, en varias piedras rúnicas aparecen expresiones como «runas de poder» o «runas divinas», y también figuran maldiciones para quien destruya la inscripción o profane un lugar sagrado, como por ejemplo en la piedra rúnica de Stentoften .
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